sábado, 17 de agosto de 2013

Que significa para mi Jesús me preguntan?




Quisiera compartir con ustedes algo que tuve que escribir como trabajo final para una materia del Seminario que estoy cursando. Espero les guste, y mejor aún, espero que se animen y compartan ustedes también lo que Jesús significa en sus vidas.
Eso si… disculpen lo escaso de mis palabras, es que cuando se trata de hablar sobre Jesús no existen palabras adecuadas ni mucho menos suficientes que consigan expresar lo que El significa para mi.


Hace unos meses nos propusieron a un grupo de amigos y compañeros de lectura que escribiéramos unas líneas sobre que significan los libros en nuestras vidas, algo así como una especie de concurso entre amigos. Me animé y me senté a escribir. No fue difícil, muy por el contrario, las palabras fluían, y en poco tiempo estaba terminado. Asique cuando me dijeron que tenía que escribir que significaba Jesús para mi me dije: bueno, si pude con los libros y me fue bastante bien, como no voy a poder con esto?
Bien, acá estoy, enfrentándome con la realidad. Finalmente parece que no es tan fácil como hablar de los libros. los pensamientos corren uno tras otro, las ideas desfilan vertiginosamente, los sentimientos se agolpan y mi mente se desespera por encontrar las palabras que expresen con claridad que significa o es Jesús para mi.
Podría decir que Jesús es mi refugio, si, eso es verdad. Cuando los problemas me rodean, cuando la tempestad de la vida se desata con toda su furia sobre mi, cuando pareciera que no hay más que una lluvia de piedras cayendo a mi alrededor, entonces corro, corro con todas mis fuerzas hacia Jesús, porque sé que en él voy a encontrar la protección que mi alma necesita.
Pero también podría decir que Jesús es mi sostén, mi apoyo firme, sólido. Es que hay ocasiones en las que sinceramente siento que mis rodillas se debilitan, que las fuerzas se terminan, que ya no voy a poder dar un paso más. Y entonces ocurre… aparece Jesús, me toma tierna pero firmemente con su mano fuerte, me afirma sobre mis pies y me impulsa a seguir adelante. No importa que tan escabroso sea el camino, él me acompaña hasta que por fin la senda se despeja, los obstáculos desaparecen y la marcha se hace fácil nuevamente. Si, él me sostiene, me levanta, y cuando ya puedo andar nuevamente me sigue acompañando y cuidando porque me conoce, sabe que seguramente, en algún momento volveré a necesitar que su mano mesostenga otra vez.
Claro que también podría decir que Jesús es mi paz y no estaría exagerando en lo más mínimo. Cada vez que tengo que tomar una decisión, cada vez que tengo algo que resolver, cada vez que tengo un reto nuevo que afrontar, cuando mi espíritu se inquieta y se comienza a agitar, entonces recurro a Jesús. El despeja mis dudas, me muestra el camino que debo seguir, me da el coraje para enfrentar las nuevas etapas de la vida, y su dulce compañía aquieta mi espíritu y me llena de paz. Si, sin dudas, cuando tengo el corazón inquieto y agitado le recuerdo que el Príncipe de Paz es su Señor y salvador y la paz se instala en mi vida.
Ahora que pensándolo bien, también podría decir que Jesús es mi mejor amigo. Si, es mi mejor y más fiel amigo. Él es ese amigo que siempre está a mi lado, el que sabe respetar y entiende mis momentos de silencio, el que me escucha pacientemente aunque lo que diga no sea otra cosa que un gran error, el que sabe darme el mejor y más sabio consejo, el que tolera mis enojos y me corrige con amor pero con firmeza y verdad, el que comparte conmigo mis momentos más felices y se alegra tanto y hasta más que yo con mis éxitos y pequeños logros en la vida, él que me dice… “yo soy tu mejor amigo, no lo dudes, siempre podrás confiar en mí, nada ni nadie nos podrá separar, mi amor por ti es firme, eterno y permanece por los siglos de los siglos. Que gran amigo el mío no?
Que significa Jesús para mí me preguntan? Que es Jesús en mi vida? Él es ni más ni menos que la esencia de mi ser. Si Jesús no ocupara el centro de mi corazón, mi vida no tendría sentido, porque es El quien se lo da; no tendría rumbo, porque El es quien le da dirección a mis pasos; no tendría esperanza, porque es El quien me hace sentir que cada día tiene razón de ser. Definitivamente, si Jesús no hubiese aparecido en mi existencia yo no estaría en pié, nada de lo que soy sería, ninguno de mis logros hubiese sido posible, jamás habría podido superar los obstáculos que se me presentaron, no sería feliz, no tendría esperanza en el futuro, no tendría sueños, mis ilusiones estarían muertas hace ya mucho tiempo. En fin… sin Jesús no sería más que un ser humano que pasa por la vida sin saber hacia dónde va, y que vive sus días uno a uno sin un propósito que lo motive a seguir adelante.
Releo lo escrito y no estoy conforme, mi corazón siente que todo lo dicho no es suficiente, que de ninguna manera es exacto. Me digo a mi misma que estas palabras no expresan ni de cerca lo que significa Jesús en mi vida, que El es mucho más, infinitamente más. Pero bueno, no creo que nadie encuentre las palabras para hacerlo, me animo a decir que es literalmente imposible.
Una sola cosa sé, y es que aquel que le haya dado a Jesús la oportunidad de ser el Salvador y Señor de su vida, aquel que haya experimentado su tierno amor y misericordia sabe muy bien de lo que estoy hablando, comprende muy bien lo que estoy intentando describir porque al igual que yo, lo experimenta a diario.

5 comentarios:

A las 17 de agosto de 2013, 16:04 , Blogger Unknown ha dicho...

Qué hermosas palabras Andrea. Y tienes toda la razón: es super dificil expresar todo lo que puede llegar a ser Jesús en nuestras vidas. pero mucho más dificil es reconocerlo. Por eso yo doy gracias al cielo que me da la luz para saber reconocer que, cuando menos en mi vida, Jesús es el Salvador. Y no solo el que me salvó de la muerte aquel domingo de Resurrección, sino el que me salva todos y cada uno de los dias de mi vida. Y conociéndome como me conozco, seguro me seguirá salvando una y otra vez.
Me gustó tu post, es bueno leerte.
Te quiero.

 
A las 17 de agosto de 2013, 21:51 , Blogger MiriamL ha dicho...

Bien díces Andrea, hablar de Jesús para decir lo que es en nuestra vida es muy extenso porque El lo es todo.
Para mí es la razón de mi vida, sé que estoy en este mundo por El y que cuando ya no esté acá, es porque estoy con El.
"Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia".
Besos!

 
A las 20 de agosto de 2013, 8:17 , Blogger A. P. ha dicho...

Tere, una de las cosas que más nos cuesta es tener conciencia de que necesitamos de Jesús todos los días, porque una y otra vez nos metemos o nos meten sin consultarnos en problemas de los que necesitamos que Él nos salve una y otra vez. Nos cuesta, me cuesta tener conciencia de esa realidad que tan bien describía el salmista cuando le pedía a Dios en el Salmo 19: ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.
Pero cuando lo entendemos, cuando somos conscientes de esto, cuando tenemos la suficiente humildad para reconocer nuestra dependencia constante de Él, las cosas son más fáciles no?
Gracias por leerme! Dios te bendice!

 
A las 20 de agosto de 2013, 8:19 , Blogger A. P. ha dicho...


Miriam, es así, tal cual lo decís. Jesús es la razón de ser de nuestra vida!
Viene a mi memoria la parte de una canción de Alex Campos… dice…. Y a este amor, con tres días le bastó… no murió, con poder resucitó… VIVES TU, VIVO YO!
Esas últimas palabras describen con toda exactitud lo que es Jesús en nuestras vidas no te parece?

Gracias por leerme! Dios te bendice!

 
A las 31 de agosto de 2013, 15:15 , Blogger MiriamL ha dicho...

Me parece Andrea, es la verdad, si Cristo no viviera vana sería nuestra fe y entonces ¿cuál sería la razón de vivir?
Me encanta leerte!
Besos

 

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