lunes, 18 de marzo de 2013

Educar. Un trabajo de todos

Hace una semana apenas comencé con mis estudios de teología. Bueno, más bien y en honor a la verdad tengo que decir que los retomé, lo que me dio una enorme alegría, porque era una cuestión pendiente que me había quedado de años. Pero bueno, yendo al punto, una de las materias que he comenzado a cursar es Educación Cristiana, y haciendo un trabajo para entregar la próxima semana me encontré escribiendo algo que me gustaría compartir con ustedes, la responsabilidad que todos, familia e iglesia tenemos respecto de la formación de nuestros niños.

Dice Prov. 22:6 “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. El autor de Proverbios refleja a través de estas palabras la responsabilidad que todo adulto tiene respecto de la educación de los niños. En esta cuestión no hay posibilidades de desligarse de responsabilidades. Si no se trabaja en conjunto, no está asegurado el éxito.
Comienza diciendo: “instruye al niño”. No le atribuye la responsabilidad de la instrucción o educación cristiana solo a los padres o a los maestros, sino que por el contrario, aconseja en forma general, “instruye”. La educación cristiana de un niño no recae solo en una de las partes, recae, es responsabilidad tanto de padres como de maestros, porque la instrucción que recibirá de unos no la recibirá de otros, porque ambas partes colaboran en la formación de un niño, porque lo que él aprenda de sus padres será reforzado por su maestro y viceversa. Y fundamentalmente, porque lo que un maestro pueda enseñar a un niño será reforzado y sellado en la vida de este con el ejemplo que vea en su casa, en sus padres. Vivimos en una sociedad en la que la tendencia general es relegar la educación de los niños en las escuelas, y esta realidad no es ajena a nuestras iglesias. Los padres deben comprender que solo si lo que los maestros de escuela bíblica enseñan en las iglesias es reforzado con el ejemplo en sus casas, solo entonces se podrán ver los resultados. De lo contrario siempre estará faltándole una pata a la mesa de la formación de nuestros niños.
Además especifica: instruye sí, pero no a cualquiera, instruye al niño. Y es que los niños son un libro en blanco que es nuestra responsabilidad completar. Si educamos a un niño, entonces nos aseguraremos de tener un adulto que sabe en quien y en que cree, sabe hacia dónde va, y que sabe cómo hacer para vivir como un cristiano.
Y finalmente agrega: “y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Cuando formamos a un niño, cuando le estamos dando una educación cristiana, estamos sembrando en una generación que luego se levantará sobre cimientos sólidos que le permitirán permanecer firmes y cumplir con la voluntad de Dios. Nada los confundirá, nada los desviará, nada los apartará de su camino, de su meta, esa que nosotros, padres, abuelos (familia toda), maestros y Pastores contribuimos a señalarle Biblia en mano. Podrá ser tentado, y hasta quizá podrá hacer malas elecciones y decidir probar otros caminos. Pero finalmente regresará a la senda que le hemos ayudado a delinear, a ese camino que un día, de pequeños, le indicamos como el correcto. Por qué? Simplemente porque es promesa de Dios!
Sí, es responsabilidad de todos, es un trabajo conjunto, familia e iglesia,  educar, instruir a nuestros niños. Y de la misma forma, será recompensa de todos verlos crecer y permanecer en su camino hasta el fin.

lunes, 11 de marzo de 2013

Los libros... la lectura

El grupo de lectura (Pre-textos) del que formo parte, o mejor dicho que forma parte de mi vida, de mis días hace ya unos cuantos años, organizó un concurso de ensayos, y claro, yo caradura como soy, voy y participo. Bueno, grande fue mi sorpresa cuando me entero por mis amigas de que había ganado! No me imaginé que podría llegar a pasar, pero bueno, así fue nomás, y ahora lo quiero compartir con ustedes. De que habla? Bueno, habla en breves palabras sobre mi relación con los libros, con la lectura, habla de lo importante que es para mi poder contar con un libro a mano cada día. Solo espero que les guste, y que luego de leerlo no terminen por pensar que estoy un poco trastornada por leer tanto!                 



Simplemente… la lectura, los libros.


Me piden que les cuente que representa la lectura en mi vida, y me piden que lo haga en no más de una hoja! Y yo pienso… Y como hago eso? Como consigo plasmar en tan poco espacio todo lo que la lectura es para mi vida?
Que qué representa para mí la lectura? Representa un boleto en avión o en tren a los lugares más exóticos, paradisíacos, desérticos, calurosos o helados del mundo; la posibilidad de irme de expedición a las espesas selvas del  Continente Africano; o un viaje en una nave espacial o un transbordador que me permitan conocer otros mundos, otros seres, otras civilizaciones.
Representa la puerta abierta al pasado, a la historia de nuestra humanidad, de nuestros antepasados. La posibilidad de aprender de ellos, de cómo vivieron, de sus legados culturales y religiosos, y de compartir con ellos sus alegrías, sus tristezas y sus experiencias de vida.
Es la lectura la que me permite romper barreras, limitaciones, distancias geográficas y temporales; la que me permite abrir mi imaginación y conocer personajes de fantasía y no tanto, la que me enseña que el amor, la amistad, la solidaridad, el honor y la fortaleza de espíritu pueden ser posibles no solo en el mundo de los libros sino también en la realidad que me rodea.
Que representa la lectura para mi me preguntan? La lectura representa para mí todo lo dicho y mucho pero mucho más. Pero por sobre todas las cosas, representa un puente, el puente más grande, extenso y maravilloso que jamás me imaginé que pudiera existir. Un puente que me permite llegar a el otro extremo del continente y unir mi corazón al de personas que quizá nunca conozca personalmente, pero que quiero como si las tuviese a mi lado y las pudiera abrazar todos los días. Un puente que, sin importar tiempo, distancia, cultura, creencias, ideologías y hasta edades, permite que me una a un grupo de amigos que comparte una gran pasión para hablar y hablar de ellos… los libros.
La lectura… los libros… maravillosos amigos, compañeros de noches de insomnio, tardes solitarias, momentos de alegría y descanso. Salidas de emergencia cuando los problemas me sobrepasan, cuando el alma dice basta y pide un remanso. Fieles narradores de lo que nunca veré, de lugares que no conoceré, de aventuras que no viviré
Que significa para mí la lectura, los libros? No, no creo que lo pueda expresar con claridad, no creo que encuentre las palabras para hacerlo. Pero creo que ustedes, amigos que aman los libros y sienten tanta pasión por la lectura como yo me entienden verdad?